No, no son de fuego, ni de hielo, son de piedra. Lo que ocurre es que se ponen a temperaturas altísimas, tanto que se ponen incandescentes, como las brasas en la chimenea. Su origen no está siempre claro. En realidad lo que ocurre es que el espacio está lleno de pequeñas piedras y objetos no identificados que flotan, pero que son tan pequeños en comparación con el resto del espacio que ni se pueden tener en cuenta. Fíjate un día en que veas un rayo de sol de la ventana que se cuela por la habitación. ¿Verdad que ves muchísimas partículas flotando en el aire, de las que normalmente no te das ni cuenta? Pues algo parecido son los meteoritos en el espacio.
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2 comentarios:
¿Quién se supone que eres?
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