Los teléfonos inalámbricos funcionan prácticamente igual que los teléfonos fijos normales. En un teléfono fijo, nuestra voz llega desde el auricular hasta el aparato por un cable, y luego el aparato lo manda hasta la persona con la que queremos hablar por un cable distinto, ¿verdad? Bueno, pues en el caso del inalámbrico, la voz llega desde el auricular hasta la base ("lo de dejar para cargar") por medio de ondas, pero luego la base lo manda a la otra persona a través de cables.
El problema de los teléfonos inalámbricos es que las ondas que manda hacia la base no son demasiado fuertes, así que si nos alejamos mucho de la base, esta no recibirá ninguna información, y no se podrá mandar nada a la persona con la que queremos hablar.
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